Libro de viajes: Londres.
El verano pasado, fui a Londres con mi familia. Mi padre, mi madre, mi hermana y yo despegamos de Biarritz en verano. Al subir al avión, nos sentamos cada uno en su asiento. Yo me senté con mi padre porque quería estar en ventanilla para ver todo lo que sobrevolábamos. Al llegar al aeropuerto de Londres, tuvimos que ir hasta la planta de abajo donde cogimos un metro para ir hasta al lado de nuestro hotel. Desde el hotel en el que estábamos alojados se veía el río Támesis y si te asomabas un poco más, podías contemplar la noria de Londres, el Lndon Eye. El primer día que llegamos dimos una vuelta por las calles más cercanas a nuestro hotel. Todo era muy inglés, las casas, las farolas, los coches, pero lo que más me gustó es, que como conducen al contrario que en casi todo el mundo, en los pasos de cebra se puede leer hacia donde tienes que mirar para cruzar. Al día siguiente nos dispusimos a ir al centro de Londres. Cogimos el metro más cercano a nuestro hotel y bajamos en la parada mas cercana al centro. Al salir lo primero que se podía ver era el famoso ``Big Ben´´. Yo ya me suponía que iba a ser grande y muy bonito pero lo único que me sorprendió fue lo dorado que era. Luego, fuimos a montar en la noria. Después de coger las entradas nos pusimos en la cola. No tardo casi nada, ya que en cada cabina entraban unas veinte personas y había unas veinte cabinas. Las vistas desde arriba eran espectaculares. Después de bajar dimos una vuelta por las diferentes calles de Londres. Al día siguiente, fuimos a ver el museo de historia natural. Justo en la entrada había un esqueleto de dinosaurio enorme. Ese museo fue el que más me gusto. También visitamos el ``British Museum´´ donde están todas las figuras, tumbas... egipcias. A la tarde, fuimos al famoso mercadillo ``Camdem town´´. En aquel mercadillo había todo lo que te podías imaginar. A la tarde fuimos a la famosa calle de ``Oxford Street´´. Era simplemente impresionante. Medio Londres circulaba por aquellas calles donde casi no se veían coches; solo los típicos autobuses rojos. Al final de la calle con mas tiendas que había visto en mi vida estaba el ``Hide Park y S´t James Park´´. Después de pasar días sin ver espacios verdes vimos aquellos parques impresionantes que estaban muy bien cuidados. Separaba los dos parques el ``Buchingam Palace´´ donde estaban los soldados de rojo que parecían estatuas de lo quietos que estaban. Al lado de aquellos parques estaba el famoso bar ``Hard Rock café´´ en el cual había guitarras, vestidos, discos firmados, y todo lo que te podías imaginar de famosos. Al día siguiente, fuimos en el famoso bus rojo a la parte mas alejada de Londres donde está el puente ``Tower Bridge´´ el cual nos sorprendió porque al llegar empezaron a elevarse las dos partes del puente. Al otro lado del Támesis estaba la Torre de Londres. Desde el puente se veía la silueta que hacía el Támesis, todos los puentes que tenía, se veía la noria, que giraba y giraba. Al bajar, pasamos por el puente del Milenio. Más tarde, fuimos al centro comercial de Harrods, en el cual había una planta para juguetes, otra para animales, otra para ropa... era impresionante. Así pasamos los días comprando, visitando museos, visitando famosas esculturas o edificios... Al volver, el viaje fue tranquilo aunque nos dio pena regresar de aquella bonita ciudad.